La historia se repite alrededor de la sentencia de La Manada. Primero, la división de opiniones y segundo, la decisión tomada. No hubo agresión sino abuso. La pena será de 9 años de prisión. Los jueces ya han comentado que la ley es la que es y explican que es necesario un cambio en la ley además de en la mentalidad.
La sentencia vuelve a apreciar abuso pero no agresión sexual. Lo hace por tres votos contra dos. Todas las partes van a recurrir la sentencia. Los votos discrepantes sí ven agresión y no ven el robo del móvil un hurto sino la intención de que la joven no pudiera pedir auxilio.
La reacción ante la sentencia ha sido la misma. Protestas en las calles al grito de Yo sí te creo, y Fin a la justicia patriarcal y concentraciones ante el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN).
El presidente de este tribunal, Joaquín Galve, que a su vez es el presidente de la Sala que ha resuelto los recursos sobre la condena a 'la Manada', espera que "se respete institucionalmente" la nueva decisión judicial, por la que se ratifica la condena a nueve años de cárcel por el delito de abuso sexual con prevalimiento.
"Espero que se respete institucionalmente una resolución judicial, guste o no guste, y recomendaría primero que se la leyeran. Me imagino que ya habrá habido declaraciones y manifestaciones de gente a la que lógicamente no le ha dado tiempo de leerse los más de 100 folios que tiene la resolución", ha señalado, en declaraciones a los periodistas.
Pero las calles volverán a estar llenas ante lo que se considera una sentencia injusta. Precisamente la primera de las sentencias sobre el caso de La Manada ha sido calificada como una de las peores del año en todo el mundo sobre igualdad de género, según la organización internacional Women's Link.