En el primer día del juicio del procés no hubo nada nuevo en la versión independentista. El president del Parlament, Roger Torrent, dijo que se estaba juzgando a “doce hombres y mujeres dignos, que lo único que han hecho es poner en las manos de los catalanes y catalanas su futuro”. Los políticos soberanistas siguen afirmando que “el estado juzga ideas e ideologías”.
El Estado les juzga por presuntamente dirigir, promover y participar activamente en la ejecución de una estrategia que llamaron ‘Procés’ y así lo han tenido que escuchar desde el banquillo de los acusados. “Por fracturar el orden constitucional con el fin de conseguir la independencia de la comunidad autónoma de Cataluña, segregándola así del Reino de España”, dijo el tribunal ayer en la sala.
El Supremo juzga lo que vivimos en directo no hace tanto , por ejemplo, el asedio a la consejería de Economía, el desoír las advertencias del Tribunal Constitucional, saltarse la prohibición de organizar el referéndum ilegal, llevarlo a cabo y la declaración unilateral de la independencia (DUI) Los doce acusados, solo nueve de ellos están en la cárcel, se enfrentan a los delitos de rebelión, sedición y desobediencia grave por los que se les pide entre siete y 25 años de cárcel. Algunos de ellos llevan más de un año en prisión, con Oriol Junqueras a la cabeza. Un Junqueras que ayer evitó saludar al presidente Quim Torra. Si lo hicieron los demás acusados.
Ayer fue el día de las defensas. “Que tengamos a unos inocentes en prisión durante más de un año no lo puedo entender… hagan de jueces no de salvapatrias”, llegaron a decir los abogados. Hoy es el turno del fiscal, la abogacía del Estado y la acusación popular. También podríamos empezar a escuchar la voz de los doce encausados, empezando por Junqueras. Quizás expliquen el porqué desobedecieron a pesar de las advertencias.