Antes del 25 de octubre, posiblemente los días 21 o 22, se exhumará al dictador para trasladarle al cementerio de El Pardo Mingorrubio.
Será el segundo entierro de Franco, el primero fue hace casi 44 años, un entierro en una España impregnada de esperanzas y miedo que no fue en ningún caso, una exaltación del régimen que agonizaba.
Un domingo 23 de noviembre de 1975, el féretro del dictador salió de la plaza de oriente en dirección al Valle de los Caídos. En el interior de la basílica se hizo la sepultura donde no se ha excavado hasta la muerte de Franco. Sobre la tumba se colocó una losa de 1500 kilos.
Fue una ceremonia concurrida en la más absoluta soledad internacional mientras la familia del dictador, intenta tras su muerte mantenerse en un segundo plano. Una España en blanco y negro, en plena incertidumbre tras enterrar a su dictador