Viajamos por algunas de las comarcas donde los vecinos están en pie de guerra para evitar que la industria del gas perfore sus tierras. Hablamos de la fractura hidráulica, o ‘fracking’, una polémica técnica que de momento respalda el Gobierno . Sus detractores denuncian el riesgo de contaminación de tierras y acuíferos. Sus defensores niegan que estemos ante una actividad peligrosa, y auguran una reducción drástica de la dependencia energética de España y un recibo del gas más barato.