Tras angustiosas horas de búsqueda, la Guardia Civil ha localizado a los dos niños desaparecidos en Godella (Valencia) enterrados bajo tierra sin vida. Los dos menores fueron vistos por última vez este pasado miércoles, según han informado fuentes de la investigación. A pesar de no mostrarse colaborativos en un principio, la madre ha terminado confesando a los agentes el lugar donde se encontraban los dos cadáveres de la bebé de cuatro meses y su hermano mayor de tres años. Según fuentes cercanas, los padres podrían sufrir algún tipo de trastorno psiquiátrico.
El padre de los menores había confesado en las dependencias de la Guardia Civil que la madre "intentó ahogar" a los menores después de tener una fuerte discusión entre ellos dos. Por su parte, Juan Carlos Fulgencio, el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, había señalado a estas dos personas como "poca colaborativas en su declaración". Al final, la madre no aguantó más y la tortura de las búsqueda acababa.
En las proximidades de la vivienda en la que residía la familia, al parecer okupada, se encontraba el lugar donde los progenitores de los niños habían identificado los cuerpos sin vida de los infantes. Una situación, la de la familia, que los servicios sociales seguían de cerca, Tanto que habían abierto un expediente debido a los problemas mentales de los padres y la desatención hacia los menores que podía conllevar a la retirada de la custodia. Las medidas no llegaron a tiempo.
24 horas de angustia y desesperación
La búsqueda de los niños se efectuó tras dos llamadas de alerta al 112 por parte de un vecino que indicaba haber visto a la madre de los menores correr ensangrentada. Las versiones cambiaron pero todo hacía presagiar un trágico final. La madre entre dos contenedores se resistió en un principio a la autoridad pero finalmente acabó junto a su esposo en el cuartelillo. No se escatimaron medios para encontrarlos, de perros a helicópteros. Al final el desenlace fue el peor imaginable.