Los sondeos dejan claro el hartazgo de millones de españoles por la nueva cita electoral y, sobre todo, por la falta de voluntad de los líderes políticos para formar un Gobierno estable. Según los sociólogos, este sentimiento incrementa la abstención, principalmente, en la izquierda.
El desafecto es real. De hecho, según datos del CIS, hoy la clase política supone uno de los tres principales problemas para casi el 40 por ciento de los españoles, mientras que la preocupación en las anteriores elecciones no llegaba al 30 y, antes de la crisis, no alcanzaba el 10.
“Ha habido mucha exposición pública, es decir, el público ha estado expuesto a los desacuerdos, a las ideas, a las propuestas, a las contrapropuesta y esto puede generar en la ciudadanía hartazgo. La sobreinformación genera también paralización y, por tanto, desapego, separación de la ciudadanía”, explica el catedrático Xabier Coller.
También en la red se palpa en cansancio. Hay un movimiento que pide que no se envíe propaganda electoral y ya son 122 000 personas las que han pedido dejar de recibir propaganda de los partidos a través de la web del INE, donde se han disparado las visitas esta semana.
Estas elecciones, las segundas en seis meses, costarán 140 millones de euros en buzoneo, papeletas y seguridad en los colegios. Los cuatro comicios de los últimos cuatro años nos van a salir por 540 millones, una tercera parte de lo que cobran los parados en nuestro país en un mes.