Tumbados los presupuestos, el gobierno tiene mala cara. La ministra Montero recibía el consuelo del presidente y de sus compañeros. La pregunta ahora es obvia: ¿habrá convocatoria de elecciones? Sánchez calla y sus ministros no responden por él. Todas las gestiones de última hora y todas las negociaciones han encallado. Ahora toca esperar a que Sánchez ponga fecha a las elecciones.