Los partidos y las entidades soberanistas lanzan desde un ciclo de protestas contra el juicio del 1-O en el Tribunal Supremo (TS), que incluirán tres manifestaciones y una huelga general.
Las primeras acciones han comenzado esta mañana. En la AP-7, donde los CDR han cortado la carretera incendiando neumáticos. Según ha informado el Servei Català de Trànsit (SCT), el incidente ha causado un kilómetro de retenciones.
También han cortado la circulación en la Gran Vía de Barcelona a la altura de la plaza Glòries. Han señalado que están "rompiendo con la normalidad en la búsqueda de la libertad", con motivo del juicio al 1-O que comienza en Madrid.
El sábado 16 de febrero organizarán una nueva manifestación en la Gran Via de Barcelona; en este caso, una única protesta para aglutinar fuerzas en la capital catalana para que se visualice un rechazo multitudinario al proceso judicial.
La movilización más novedosa será el sábado 16 de marzo, ya que por primera vez el soberanismo organizará una manifestación en Madrid con el objetivo de dar a conocer su rechazo al juicio por ser "un ataque a los derechos civiles y políticos de los dirigentes independentistas encausados".
Los organizadores no han dado detalles de la protesta, pero han asegurado que esperan contar con el "Madrid solidario", es decir, con formaciones estatales de izquierdas --y sus simpatizantes-- que en el pasado han expresado su respeto por el derecho a decidir.
Todas estas protestas están organizadas por un espacio unitario que está compuesto por varios partidos y entidades de la sociedad civil, entre los que destacan la ANC, Òmnium Cultural, ERC, JxCat, el PDeCAT, la Crida, la CUP y Demòcrates.
Más allá de las manifestaciones, el soberanismo también apoyará la huelga general convocada por el sindicato Intersindical-CSC para el jueves 21 de febrero, una iniciativa que no cuenta con el aval de los dos principales sindicatos de Catalunya, CC.OO. y UGT.