Andrea Levy: "Las redes sociales no pueden ser una barra libre de insultos"
'Cuatro al día' entrevista a la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy
Javier Zaragoza, diputado del PSC, se había mofado en un tuit de que se hubiese trabado
La dirigente popular hizo público que padece fibromialgia tras el tuit
‘Cuatro al día’ entrevista a la vicesecretaria de Estudios y Programas del PP, Andrea Levy, días después de que la dirigente popular hiciese pública la enfermedad que padece: fibromialgia, una enfermedad crónica, dolorosa, que muchas veces supone un peregrinaje de años de especialista en especialista hasta ponerle nombre y que sufre entre un dos y un seis por ciento de la población. Nueve de cada diez son mujeres.
Levy lo hizo público después de que un diputado del PSC Javier Zaragoza se mofase en Twitter de que esta se hubiese trabado durante una intervención. "Se llama Andrea Levy. Es concejala de Cultura en Madrid. Es del PP. Tiene dificultades para leer tres frases en castellano. Debe ser por culpa de la inmersión lingüística", escribió.
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Andrea Levy, muy buenas tardes y gracias por acompañarnos.
Un placer y muchas gracias por invitarme.
¿Cómo se encuentra, lo primero, porque sabemos que la fibromialgia es una dolencia que se padece y se sufre diariamente, algunos días más, otros menos pero es muy dura?
Respuesta. Por suerte hoy me encuentro bien. Es cierto que es una enfermedad que cuando la tienes ya es crónica. Hay días mejores, días peores. Sobre todo afecta mucho por las noches porque causa insomnio y luego unos dolores generalizados, pues, por todo el cuerpo y una medicación especialmente fuerte pues que a veces hace que nos trabemos al hablar y pues bueno tengamos algunas dificultades que nos hacen humanos como a todo el mundo que se pueda equivocar.
Por su puesto que sí, Andrea Levy. Buenas tardes, concejala. ¿Se ha puesto en contacto con usted, han pasado ya algunos días, se el dirigente socialista Zaragoza, que publicó ese tuit para disculparse o decirle algo?
No, no lo ha hecho. Pero, bueno, tampoco creo que en este momento sean necesarias disculpas en el sentido de que he recibido enormes testimonios de mujeres, hombres, que padecen fibromialgia y que en sus trabajos o en su entorno tenían miedo o les daba vergüenza el hacerlo público y que han agradecido que yo lo hiciera, que yo no tenía ningún interés porque consideraba que eso era parte de mi vida privada y no quería sacarlo a relucir y decirlo públicamente, pero que me han agradecido que lo hiciera porque gracias a eso, ellos ahora pues pueden contar con mayor facilidad qué es lo que les pasa que no es que están cansadas porque no han dormido porque salieron, que no es que acuden en mal estado a sus puestos de trabajo, simplemente que tenemos una enfermedad que nos obliga a convivir con el dolor y a aprender a sobrellevarlo y a sobrevivir cada día lo mejor que podemos con esta dolencia.
Bueno, ese es el mensaje, sin duda, pero, la verdad, sorprende que no haya habido una disculpa ni privada ni pública de ese diputado socialista, el señor Zaragoza sin saber supuestamente que usted padecía fibromialgia. Y, otra pregunta que le hago muy rápidamente: ¿No debería servir también este comentario, desde luego, lamentable, en Twitter de un rival político para que toda la sociedad y toda la política, y cuando digo toda subrayo toda y todos, reflexionen sobre los límites a la hora de atacarse unos a otros.
Sí, por supuesto que creo que hay determinados límites. Unos puede estar en contra de lo que opine, que lo que diga, de la gestión pública que haga otro dirigente político de otro partido, pero, en cualquier caso, creo que atacar rasgos personales o, en este caso, que me equivoqué en una intervención al pronunciar unas palabras, creo que a veces se rebasan límites de la deshumanización, que se hace en las redes sociales pensando que la otra persona no lo iba a leer o que es inmune a todas estas críticas. En mi caso, como de lo que se estaba hablando era de una sintomatología que yo padezco y con la qque convivo eso me empujó, me obligó a hacerlo público porque se estaban vertiendo determinandos comentarios que lo que pretendían era herir o juzgar mi manera de realizar mi responsabilidad pública hacia la que tengo un enorme respeto, hacia la institución a la que pertenezco, al Ayuntamiento de Madrid, y en ningún caso podía tolerar que se menospreciara o se intentara hacer vejaciones sobre mi persona y sobre la manera en que lo ejerzo y eso espero que sirva de reflexión a la hora de entender que las redes sociales no pueden ser una barra libre de insultos o un lugar en el que podamos criticar sin pensar que somos personas y que de la misma manera que ponemos el foco ante el acoso, ante el bullying en otros ámbitos en las redes sociales deberían existir determinadas normas.
Muchísimas gracias, Andrea Levy, por haber estado con nosotros, gracias por acompañarnos, por contarnos lo que estamos pasando y ya la invitaremos otro día para hablar de la actualidad politica.
Muchísimas gracias, será un placer, como siempre.