No es la primera vez que Ábalos lanza un globo sonda con alguno de los temas más candentes de la actualidad política. El secretario de organización del PSOE y fiel desde los inicios a Pedro Sánchez es considerado como el hombre fuerte del Gobierno, pero a la vez es el que ha provocado más rectificaciones desde Moncloa.

Lo hizo con la posible fecha de las elecciones generales en un macrodomingo donde coincidieran también municipales y autonómicas, provocando el enfado de los barones. Finalmente no quedó nada descartado y Sánchez tras las elecciones andaluzas optó por intentar sacar adelante los presupuestos y ganar tiempo. También fue Abalos el que puso en tela de juicio la continuidad de Susana Díaz al frente del PSOE andaluz, para luego rectificar ante la sublevación de los seguidores de la lideresa en la Comunidad que sotto voce culpan a Sánchez y su postura conciliadora con el independentismo y ahora también ha lanzado la idea de que el Consejo de Ministros pudiera no celebrarse en Barcelona ante el ambiente de tensión creado por los CDR y las afirmaciones de Torra apostando por la vía eslovena, que provocó en su día decenas de muertos.

Las declaraciones se han sucedido a lo largo de una mañana intensa. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, confirmaba finalmente que el Consejo de Ministros previsto el próximo 21 de diciembre en Barcelona "se va a hacer", pero lo había puesto en cuestión minutos antes ."Hay que valorar si las cosas que se hacen para bien consiguen un resultado positivo, lo que el Gobierno siempre debe preservar es la convivencia", había reflexionado el ministro en un desayuno organizado por el diario 'El Economista'.

A lo largo del turno de preguntas en el foro informativo, Ábalos precisaba que hablaba a título personal y aclaraba que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no había planteado la posibilidad de cancelar esta reunión en Barcelona ante las protestas anticipadas por los Comités de Defensa de la República.

"Los Consejos de Ministros se van a hacer los viernes, normalmente en Madrid. Lo que hay que ver en todo caso es las razones que llevaron a que este Consejo de Ministros se hiciera en Barcelona. Yo creo que eso es lo que hay siempre que contemplar, si las razones que siempre buscan un resultado positivo pues pueden seguir manteniéndose", apuntaba.

Tras aclarar que el Gobierno no había hablado de la posibilidad de cancelarlo, y que por tanto no podía "adelantar nada", ha insistido en que "es evidente que hay que valorar si las cosas que se hacen para bien consiguen un resultado positivo". "Si no lo consiguen, tampoco acabo de entender ningún empecinamiento", añadía.

"El Gobierno siempre debe preservar la convivencia y ésa debe ser su principal función, no caer en ninguna provocación y por supuesto no aceptar ningún tipo de amenazas. Pero la responsabilidad de un Gobierno es procurar que no haya problemas, disturbios y que la ley se respete en cualquier caso", señalaba. Cuando el moderador le ha preguntado directamente si estaba abriendo la puerta a suspender el Consejo de Ministros en Barcelona, ha señalado que "no se ha planteado el tema, no hay nada al respecto" y explicaba que él se ha limitado a hacer una "consideración" sobre que no es necesario "insistir" en iniciativas que no vayan a traer "resultados positivos".

"De todas formas iba a ser un Consejo que tampoco es que fuera para Barcelona o para Cataluña", destacaba, pese a que Sánchez lo presentó en varias ocasiones como una sesión para aprobar medidas específicas de interés para los catalanes, con el objetivo de demostrar que su Gobierno tiene una agenda para Cataluña.

Tras el revuelo que provocaron sus palabras, que apuntaban la posibilidad de que el Gobierno, tras una reflexión, decidiera suspender la reunión en Barcelona, el ministro aseguraba en declaraciones a la prensa que el Consejo de Ministros en la Ciudad Condal "se va a hacer".

El titular de Fomento había achacado anteriormente la "situación enrarecida" en Cataluña a la incapacidad de los independentistas de asumir "la imposibilidad de su propósito".

Ábalos también indicaba no tener constancia de haber recibido respuesta a la carta que dirigió anoche al conseller catalán de Territorio y Sostenibilidad, Damiá Calvet, expresando su "más profundo malestar" por los altercados cometidos por los CDR en las autopistas durante el fin de semana, con "cierta complicidad" por parte de la Generalitat. La pregunta es: ¿Abalos es incapaz de dejar a un lado sus opiniones o es el hombre globo sonda del Gobierno? A la espera de la próxima rectificación, las dudas siguen ahí.