Un informe del CNI ha revelado que las agencias de espionaje han intensificado su actividad en España. Los espías pueden camuflarse en cualquier puesto de trabajo corriente para conseguir su objetivo: información relevante para los países para los que trabajan.
Infiltrados en nuestra sociedad, la llegada de espías a nuestro país ha ido creciendo desde 2018, disparándose especialmente meses antes de comenzar la guerra de Ucrania.
Este tipo de espías están centrados en varios ámbitos concretos: político, financiero, energético, tecnológico, aeroespacial, seguridad y defensa. Pero no solo eso. Siguen a los ciudadanos exiliados de sus países.
Entre sus métodos para trabajar, se encuentra el de convertirse en un espía oculto. Se encuentran en cualquier lado, camuflados como cualquier ciudadano, pudiendo incluso tener una doble vida o a conseguir la nacionalidad española.
No se aportan nacionalidad, pero rusos, americanos, chinos o latinoamericanos estarían entre ellos.