Sánchez cree firmemente que las medidas sociales, aunque supongan un aumento del gasto que disguste a Bruselas (que ve con acritud sus cuentas), van a ser la gran bandera de cara a un adelanto electoral que se presupone más cercano si los esfuerzos por sacar adelante unos PGE no se materializan.
No parece fácil, teniendo en cuenta que los barones del PSOE exigen más dureza con el independentismo, mientras Moncloa consideran que la la bandera del diálogo también sirve. En este sentido, esta semana se ha convertido en la de los anuncios positivos ante de un 21D que puede provocar un giro en la política española.
Moncloa tiene claro sus pasos, con Iván Redondo, experto de márketing a la cabeza. Así, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que el Consejo de Ministros del próximo viernes, 21 de diciembre, aprobará la subida salarial para los empleados públicos acordada con los sindicatos para 2019. Durante su comparecencia en el Senado, Sánchez ha recordado que el acuerdo con los sindicatos implica una subida salarial para 2019 del 2,25%, a la que podría sumarse otra parte variable (0,25%) ligada a la evolución del PIB y otro 0,25% procedente de fondos adicionales.
En un escenario de máximos, la subida salarial podría alcanzar el 2,75%, aunque para ello el PIB tendría que crecer un 2,5% y la previsión es que lo haga un 2,3%. La ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, ya había asegurado ayer que el Gobierno iba a cumplir con el acuerdo retributivo para 2019, subiendo los salarios de los empleados públicos desde el 1 de enero.
Lo que no aclaró es si esta subida se haría por Real Decreto antes de que finalizara el año o si se haría a posteriori (con efectos retroactivos si era recogida en Presupuestos). Finalmente, se hará por Real Decreto, tal y como demandaban las organizaciones sindicales, que no querían esperar a ver qué pasaba con los Presupuestos de 2019.