Angélica, madre soltera, con tres trabajos accedió a un alquiler con opción a compra en Tres Cantos (Madrid). Una vivienda con ayudas para jóvenes que la Comunidad de Madrid vendió después a un fondo buitre. Cuando se decidió a comprarlo, le habían subido el precio un 40%, de 120 000 a 180 000 euros.
Los vecinos que quisieron seguir de alquiler tampoco lo tuvieron mejor, el fondo les subió la mensualidad de 600 a más de 800 euros. En un año el precio de la vivienda ha subido casi un 5% pero en ciudades como Madrid, Pamplona o Alicante lo ha hecho cerca de 15%.
Eran lo que estaban esperando los fondos buitre que llegaron a España con la crisis, comprar barato y vender caro. Asociaciones como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) exigen un cambio normativo para evitar repetir abusos del sector inmobiliario.