Una mujer procedente de la ciudad china de Macao que había dado síntomas compatibles con el coronavirus dentro de un crucero ha provocado una alarma sanitaria. Lo que iba a ser una revisión médica de media hora se ha convertido en una paralización total del barco, en el que hay 6000 pasajeros de numerosas nacionalidades y 1000 miembros de la tripulación.
El crucero había salido de la ciudad de Mallorca y se ha quedado varado en el puerto de Roma hasta que, finalmente, los análisis de la pasajera han dado negativo. Se le ha diagnosticado una gripe común, pero no el coronavirus, así que los pasajeros pueden respirar tranquilos.