"Se está diseñando una nueva categoría en torno a los logros en el cine popular", señaló la Academia en un correo electrónico enviado a sus miembros este miércoles y firmado por propio Bailey y por la directora ejecutiva, Dawn Hudson. Una decisión con la que los Oscar intentan que las películas más taquilleras tengan más presencia en la gala para conectar así más con el público. Algo que ya buscó con la expansión de la categoría de Mejor Película en 2009 de cinco a 10 nominados, pero esta medida no cambió sustancialmente el tipo de filmes nominados.
Otra de las novedades, que a buen seguro tampoco estará exenta de polémica, es el compromiso de hacer una gala más atractiva para el público, con un ritmo más televisivo y que no sobrepase las tres horas de duración. Para conseguir dicho objetivo entregará los premios de algunas de sus 24 categorías, todavía no decididas, durante las pausas de publicidad de la emisión.
Además, la Academia ha anunciado su intención de adelantar la entrega de los premios. Así, la gala de 2020, que estaba fijada para el 23 de febrero, tendrá finalmente lugar el día 9 del mismo mes. De esta manera, la que será la 92ª edición de los Oscar será la más temprana de la historia de los premios.
En su comunicado, la Academia señala que estas decisiones han sido adoptadas después de "haber escuchado qué cambios y evoluciones solicita la comunidad" y aseguran que en el futuro "seguirán luchando por hacer de la gala de los Óscar un elemento relevante en un mundo tan cambiante como el nuestro". La última gala de los Oscar alcanzó un nuevo mínimo de audiencia en marzo de este año.