La Federación de Cines de España (FECE) manifestó su "satisfacción" tras conocerse la aprobación de las cuentas de 2018 y celebró "la vuelta a la normalidad" del IVA aplicado a las salas de cine, tras "mas de cinco años" en los que, según señalaron los exhibidores, los cines han hecho "un esfuerzo notable" para que los espectadores no se vieran afectados.
Además, según señalaron fuentes de FECE a Europa Press, a partir de ahora cada uno de los cines, de forma individual, deberá decidir cómo repercutirá la aplicación del IVA en el precio de las entradas.
En este sentido, según el análisis de FACUA-Consumidores en Acción, la bajada del IVA del cine del 21 al 10 por ciento debería provocar una disminución en el importe de las entradas de 0,66 euros de media, de manera que el precio en los fines de semana y festivos pasaría de los 7,31 euros actuales a 6,65 euros. Sin embargo, la bajada no tiene por qué ser inmediata y, ni mucho menos, obligatoria
El sector cinematográfico, al igual que el resto de ámbitos culturales, experimentaron una subida del IVA del ocho al 21 por ciento en septiembre de 2012 --a excepción de libros, que cuentan con un cuatro por ciento, o las entradas de los museos, exentas de este impuesto-- y desde entonces ha reivindicado el descenso de este tributo.
La cultura fue uno de los sectores más perjudicados por la subida de 2012, ya que mientras que el tipo general pasó del 18 al 20 por ciento, el reducido del ocho al diez por ciento y el superreducido se mantuvo en el cuatro, algunos ámbitos, como la venta de entradas a espectáculos culturales (cine, teatro o conciertos), cambiaron de un tipo de gravamen reducido al general, lo que supuso 12 puntos porcentuales más.
Sin embargo, las entradas a las salas de cine no se incluyeron en la bajada del IVA al 10 por ciento que entró en vigor en junio de 2017, que solo abarcó los espectáculos culturales, y finalmente ahora, con la aprobación de los PGE, se equiparará al teatro, la danza o la música en directo.