La semana pasada, la Fiscalía hacía pública su intención de imputar a Cristina Cifuentes y a Esperanza Aguirre por su implicación en el caso Púnica y ahora, la que renunciara a causa de varios escándalos como la veracidad de su máster o el robo de cremas, ha roto su silencio. “Estoy pagando por haber levantado determinadas alfombras y por no bailar el agua que algunos querían marcar”, ha dicho, pues insiste en que ella llegó al PP para limpiarlo de corrupción.