El tráfico de mujeres sigue siendo una realidad en pleno siglo XXI. Comprar a una persona por 15 euros es algo que ocurre cada día en países como Uganda. Mujeres y niñas que a menudo son llevadas al Golfo Pérsico como esclavas. Y no se esconde de los ojos de la gente. Al revés: se las vende en el mercado, como si fueran una mercancía más.