Las colas del hambre crecen un año después

Hace ahora justo un año, al comienzo de la pandemia, empezaron a nacer las despensas solidarias, redes de ayuda entre vecinos que surgieron con la idea de durar unos meses, pero que un año después se han convertido en imprescindibles para miles de personas.

En distintos barrios, pequeños comercios y familias donan alimentos para quienes más los necesitan. Hemos visitado algunas de estas asociaciones, como Somos Tribu, en el distrito madrileño de Vallecas. Su labor acaba de ser reconocida con el premio del Parlamento Europeo de solidaridad. Sus responsables nos cuentan que las solicitudes de ayuda aumentan cada semana. En muchos casos, se trata de personas que se ven obligadas a pedir alimentos por primera vez en su vida.