Se habla mucho de lo que está suponiendo la invasión de Putin para los ucranianos pero lamentablemente no son los únicos que están sufriendo las consecuencias de la guerra rusa. Los habitantes de Moscú y de otras ciudades rusas también están sufriendo, aunque nada es comparable con los desastres de Ucrania, las consecuencias de las sanciones impuestas por la Unión Europea a Putin.
Clara Martínez es una estudiante española afincada en Moscú que explica que en las calles rusas se rechaza la 'operación militar especial', así denominada por Putin, porque hay muertes de ambos bandos. Además, Clara explica que las sanciones impuestas a Rusia por la Unión Europea comienza a notarse en los precios: "Yo siempre hago la compra en el mismo sitio y compro las mismas cosas y algunos productos hasta han doblado su precio".
Además, Clara ha contado que se cuentan por decenas los comercios internacionales que han cerrado sus puertas: "Vemos que tiendas como Ikea o H&M ya no abren, han cerrado de un día para otro". Esta estudiante española también denuncia en 'Cuatro al día' que están soportando ataques de 'rusofobia': "La población tampoco está de acuerdo con lo que está pasando, pero aquí no se puede protestar, no podemos hablar libremente, los rusos no son malas personas".