Según datos del Observatorio de la Dinámica Solar de la NASA (Solar Dynamics Observatory, en inglés), el comportamiento del mayor astro de nuestro sistema es muy inusual, debido a que la etapa del ciclo en la que se encuentra no suele registrar tanta actividad, según ha informado RT.
"El ciclo solar actual comenzó en diciembre del 2008 y ahora está disminuyendo en intensidad y dirigiéndose hacia el mínimo solar. Es una fase en la que estas erupciones en el Sol son cada vez más raras", reza el informe de la organización sobre la última y mayor llamarada solar, de intensidad X9,3. "Sin embargo, la historia ha demostrado que pese a ello pueden ser intensivas", señala.
El ciclo de actividad solar cambia cada 11 años y actualmente el astro se aproxima a su final. Durante este tiempo la actividad del Sol aumenta y disminuye. Ahora estamos en el noveno año del ciclo, cuando aquella debería perder intensidad.
Las manchas "híbridas", posible causa de las llamaradas
Algunos científicos creen que las recientes llamaradas no son tan extrañas como podrían creerse, ya que tienen una explicación. Por ejemplo, el director del Observatorio de Altas Altitudes del Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas estadounidense (NCAR, por sus siglas en inglés), Scott McIntosh, cree que cuando la actividad disminuye los sistemas magnéticos subyacentes a sus manchas parecen estar en estrecho contacto cerca del ecuador.
En entrevista para Gizmodo, McIntosh afirmó que ello hace que el Sol produzca manchas solares "híbridas". Es decir, regiones que contienen campos magnéticos que se retuercen como el agua en los océanos de los hemisferios norte y sur.
"¿Recuerda cómo la rotación de la Tierra hace girar el agua en cada hemisferio en diferentes direcciones? El Sol hace lo mismo por la misma razón, que es la fuerza de Coriolis", explicó MacIntosh. "Esos sistemas son muy inestables. Normalmente estos tipos de manchas producen las peores y mayores erupciones y eyecciones de masa coronal", añadió.