El estudio plantea la posiblidad de que la depresión puede llevar a la pérdida de peso o de que la delgadez lleve a ese estado psicológico en una vía de ida y vuelta.
El equipo de investigadores contrastó datos de 183 estudios diferentes sobre la depresión y el peso corporal de quiénes la sufrían, según The Telegraph.
La obesidad puede aumentar el riesgo de depresión de manera proporcional: mientras más gordo eran, más deprimidos se sentían.
Sin embargo, notaron que existían diferencias en cuanto al género de las personas con sobrepeso y su vínculo con el estado depresivo.
En el caso de mujeres con exceso de kilos "provoca más sufrimiento psicológico en las mujeres, lo que puede llevar a la depresión."
En esas investigaciones anteriores, los hombres obesos mostraban una reducción significativa del riesgo de sufrir depresión en relación con las mujeres.
Los estudiosos concluyeron que la delgadez extrema y la obesidad aumentan el riesgo de sufrir depresión, pero en la práctica los médicos deben prestar más atención a la salud mental de las personas muy delgadas.
La doctora Agnes Ayton, vicepresidenta de la facultad de desórdenes alimenticios del Royal College de psiquiatras, explicó la importancia de la nutrición en la salud mental y destierra falsas creencias.
"Es un hallazgo importante, dado que las personas con trastornos alimentarios a menudo asumen que perder peso mejorará su felicidad." Este estudio revela lo contrario", dijo la experta.