En un estudio publicado en la revista Society & Animals, a unos 240 estudiantes voluntarios se les hizo leer historias falsas de periódicos sobre ataques a perros y personas. Las cuatro historias trataban de un bebé de un año de edad, un adulto de 30 años, un cachorro o un perro de seis años que fue golpeado "con un bate de béisbol por un agresor desconocido" y dejado inconsciente "con una pierna rota "y" múltiples laceraciones".
Los niveles de empatía hacia el cachorro, el perro mayor y el bebé humano se encontraban en niveles similares cuando los investigadores encuestaron a sus voluntarios. El humano adulto quedó último. El perrito era con el que más se empatizaba, seguido por el bebé humano, el perro más viejo y, finalmente, el adulto humano, informa New York Daily News.
"Los sujetos no vieron a sus perros como animales, sino como 'bebés de piel', o miembros de la familia junto a niños humanos", explcia el estudio, de acuerdo con Science Alert.
El mes pasado, otro estudio publicado en Scientific Reports indicaba que los perros son más emotivos con sus caras cuando su ser humano los está mirando, lo que indica que reservan expresiones específicas solo para sus mejores amigos de dos patas.
"Los hallazgos parecen apoyar la evidencia de que los perros son sensibles a la atención de los humanos y que las expresiones son intentos potencialmente activos de comunicarse", sostiene la investigadora jeaf del estudio, Juliane Kaminski.
"(Eso) nos dice algo sobre cómo la domesticación ha dado forma (a los perros)", indica la psicóloga evolucionista Bridget Waller a The Guardian. "En cierto sentido los ha cambiado para ser más comunicativos con los humanos".