El entrenamiento a intervalos puede ayudar a perder más peso que un ejercicio físico continuo de intensidad moderada, según ha concluido un análisis conjunto de la evidencia científica disponible liderado por la Universidad Federal de Goiás (Brasil) y publicado en la revista 'British Journal of Sports Medicine'.
La mayoría de las pautas de actividad física recomiendan un alto volumen de ejercicio para perder peso, equivalente a una hora o más cada día (420 minutos/semana). Pero pocas personas pueden sacar el tiempo necesario para cumplir con esta recomendación, reconocen los investigadores, que querían comprobar si se podía sustituir la la efectividad de ese tipo de entrenamiento por uno a intervalos y, al mismo tiempo, perder peso.
Por lo tanto, buscaron en bases de datos de investigación numerosos estudios relevantes que compararan directa o indirectamente el entrenamiento por intervalos con ejercicios continuos de intensidad moderada durante un período de al menos cuatro semanas. Los datos de 41 estudios con 1.115 personas involucradas se combinaron con los resultados de otros 36 estudios con 1.012 personas.
Los hallazgos mostraron que tanto el entrenamiento a intervalos como el entrenamiento continuo redujeron el peso total y el porcentaje de grasa corporal, independientemente del peso inicial o el sexo. Pero si bien no hubo una diferencia significativa en el porcentaje de reducción de la grasa corporal entre los dos enfoques, hubo una diferencia significativa en la cantidad de peso perdido, y el entrenamiento a intervalos demostró ser el método más eficaz.
El entrenamiento en intervalos proporcionó una reducción de peso un 28,5 por ciento mayor, en general: 1,58 kilogramos frente a 1,13. Un análisis más profundo, comparando el entrenamiento de intervalos de velocidad con un entrenamiento continuo de intensidad moderada, reveló una diferencia aún mayor en la pérdida de peso.
"Es importante estar al tanto de los posibles riesgos y advertencias asociados con el entrenamiento de mayor intensidad. Por ejemplo, podría aumentar el riesgo de lesiones e imponer un mayor estrés cardiovascular. La adherencia también debe examinarse, ya que los protocolos de mayor intensidad pueden provocar un mayor malestar", recuerdan los responsables del estudio.