Oumuamua lleva en el punto de mira desde que se publicó su descubrimiento, dada la cantidad de misterios sin resolver que tenía. Ya se conoce algo más sobre este asteroide descubierto por los astrónomos de la Universidad de Hawái mediante el telescopio Pan-STARRS 1.
El asteroide era demasiado débil y pequeño para que el Spitzer infrarrojo, uno de los telescopios que lo observaba, lo detectara, según la NASA, quien no pudo sacar apenas detalles a principios de septiembre, cuando más cerca se encontraba de la Tierra.
Esta "no detección" ha permitido que puedan sacar resultados y detalles sobre su naturaleza, gracias a la Sociedad Astronómica Americana, en colaboración con el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California (EE.UU.). El estudio que engloba los resultados ha sido publicado en la revista The Astronomical Journal.
"Oumuamua ha estado lleno de sorpresas desde el primer día, así que estábamos ansiosos por ver lo que Spitzer podría mostrar", dijo David Trilling, autor principal del nuevo estudio y profesor de astronomía en la Universidad del Norte de Arizona. "El hecho de que Oumuamua fuera demasiado pequeño para que lo detectara Spitzer es, en realidad, un resultado muy valioso", defiende el profesor.
Los nuevos datos han permitido calcular el área aproximada de la superficie del asteroide, pero no hay detalles sobre su forma exacta. El hecho de no haber sido detectado por el Spitzer ha limitado el "diámetro esférico" de Oumuamua a 440 metros, 140 metros o, tal vez, 100 metros. Estos datos dependen de la composición del asteroide, totalmente desconocido.
Además, las grandes variaciones en el brillo de Oumuamua han desvelado que es muy alargado, posiblemente unos 800 metros en su dimensión más larga. Este estudio también ha mostrado que el asteroide es hasta diez veces más reflexivo que los cometas de nuestro sistema solar.
La reflectividad de la superficie del asteroide, propiedad llamada albedo por los especialistas, puede cambiar por las condiciones variables del cometas durante su trayectoria de millones de años a través del universo, produciéndose un desgaste, como otros cometas de nuestro sistema .
El Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian en Estados Unidos defendía la posibilidad de que podría ser una "sonda" enviada por una civilización alienígena por sus cambios de velocidad y desplazamientos. Oumuamua ya está saliendo del Sistema Solar, a la altura de la órbita de Saturno, por lo que los telescopios ya no podrán verlo más y obtener más detalles.