Todo estaba preparado: Se miraban los últimos detalles de la nave, se vestían de forma aislada a los dos astronautas del proyecto, se despedían de sus familiares y montaba a bordo de la Soyuz MS-10 donde esperaban a despegar. Un lanzamiento que ha salido bien, pero que momentos más tarde, ya en el cielo, se ha comunicado un fallo en los cohetes impulsores que ha obligado a dar la vuelta y hacer un aterrizaje de emergencia. El control de la Nasa se pone en alerta. Hay que abortarlo todo. La imagen del Challenger estuvo en la cabeza de muchos.
Un fallo en los cohetes impulsores tras el lanzamiento de la nave Soyuz MS-10, con dos tripulantes a bordo con destino a la Estación Espacial Internacional, ha obligado a un aterrizaje de emergencia. El lanzamiento de la nave espacial Soyuz MS-10 sobre un cohete Soyuz FG tenía previsto alcanzar la Estación Espacial Internacional en solo seis horas. Dos minutos después del lanzamiento, se notificaron fallos en las etapas superiores del cohete lanzador, según medios rusos. La tripulación comunicó que se habría producido una sacudida y que sentían la ingravidez.
Misión abortada en minutos
Tres minutos más tarde, y para evitar males mayores se decidió un aborto balístico del vuelo de la Soyuz --que produce fuerzas G muy altas en la tripulación--, y cuatro minutos más tarde se comunicaba la llegada en paracaídas de la nave en un área apartada de los servicios de rescate. Los tripulantes de la nave, adiestrados para este tipo de contingencias, comunicaron con los servicios de rescate tras su retorno a la Tierra.
Al parecer, el cápsula en la que se encontraban los dos tripulantes fue eyectada de manera automática por el sistema de seguridad, lo que garantizó que su vida no corriera peligro.
Para Hague, que se unió al cuerpo de astronautas de la agencia espacial estadounidense en 2013, es la primera misión espacial, mientras que para Ovchinin es el segundo vuelo después del que hizo en 2016, donde permaneció 172 días.
Estaba previsto que la nave diese cuatro vueltas a la Tierra para acoplarse seis horas después a la EEI (Estación Espacial Internacional) para, dos horas después de su llegada, abrirse las compuertas y unirse a los tres miembros que se encuentran en la estación.
La NASA ha mostrado ya las imágenes de los tripulantes de la Soyuz, en buenas condiciones tras regresar a la superficie en un lugar de Kazajistán apartado de la base de lanzamiento en Baikonur. Nada más aterrizar les hicieron una serie de controles pertinentes mientras les daban hasta un aperitivo. Pero Duque se ha felicitado por el final feliz y la transparencia de la Nasa.