Un estudio publicado por The National Institute of Health ha demostrado que una limpieza a conciencia de toda la casa puede ayudarte a prevenir enfermedades como la gastroenteritis, bronquitis o los hongos.
No realizar una minuciosa tarea de limpieza provoca que, aunque el hogar parezca reluciente, sigan existiendo miles de bacterias deambulando por paredes y superficies.
Esto ocurre especialmente en cuartos de la casa como la cocina, donde se tratan todos los alimentos que pueden ser proclives al contagio de enfermedades como la gastroenteritis; que se puede adquirir al no limpiar correctamente los productos que se van a consumir. Lo mismo ocurre con la tifoidea.
Pero los cuartos de baño pueden ser las instalaciones favoritas de las bacterias que originan los hongos. Para evitarlos, hay que dedicar mayor esfuerzo al pulido de inodoros (una vez a la semana), toallas, ducha o azulejos, ya que se desarrollan principalmente en entornos húmedos.
Con el fin de evitar el mal de las alergias o sufrir bronquitis, la mejor solución queda en manos de un buen aspirador o plumero que logre eliminar por completo las motas de polvo de esquinas, estanterías y rincones más escondidos.