Investigadores de la Northwestern University, Estados Unidos, afirman que dentro de cada célula hay un 'código muerte' que está integrado en los grandes ácidos ribonucleicos codificadores de proteínas (ARN) y en los pequeños ARN, llamados microARN, que destruye a aquellas que se vuelven cancerosas.
El estudio afirma que el cáncer no puede adaptarse o volverse resistente a los ARN tóxicos, lo que lo convierte en un tratamiento "a prueba de balas" si el código de eliminación puede duplicarse sintéticamente.
"Ahora que conocemos el 'código muerte', podemos activar el mecanismo sin tener que usar quimioterapia y sin alterar el genoma. Podemos usar estos pequeños ARN directamente, introducirlos en las células y activar el interruptor de activación”
De esta forma han mostrado la necesidad de convertir su hallazgo en una nueva terapia, por lo que están explorando múltiples formas de activar el 'código de muerte' para matar células cancerosas, si bien han reconocido que faltan muchos años para una posible terapia.