La hidracina es un compuesto químico que es extremadamente peligroso para la salud de los seres humanos. Por ello, la empresa Aerospace Corporation advierte de que los residuos de la estación espacial no deben tocarse y se debe evitar inhalar los vapores que pueda emitir. La Agencia Espacial Europea (ESA) pide que se alerte a las autoridades en caso de localizar algún resto de la Tiangong-1.
La Agencia explica que la probabilidad de que un trozo de la Tiangong 1 se estrelle sobre una persona era 10 millones de veces menor que la posibilidad de ser alcanzado por un rayo porque una gran parte del planeta está cubierta por agua o está deshabitada.
A mediados de enero, la Agencia Espacial China (CNSA) aseguró que mantenía el control de la estación espacial y que su caída a la Tierra sería controlada y sin amenazar al medio ambiente ni a la población. Se quemará al entrar en la atmósfera y los fragmentos restantes caerán en un área designada del mar, "sin poner en peligro la superficie", dijo un ingeniero de la CNSA.
Tiangong 1, primera estación espacial china, fue lanzada en 2011 y ya culminó su ciclo de servicio. Tiene un peso de 8,5 toneladas.