El trabajo concluye que varones cuya distancia anogenital es más grande podrían tener sistemáticamente mejores parámetros seminales a lo largo del tiempo. De esta forma, la distancia entre el ano y los genitales masculinos se convierte en una variable más a tener en cuenta para analizar la calidad del semen.
Además, los investigadores también consideran bastante determinante algunos factores que pueden tener impacto en la calidad como los hábitos alimenticios, el ejercicio físico, la actividad sexual, el estrés, el consumo de cafeína, alcohol y tabaco, según informan fuentes de la institución docente.
Para realizar la investigación, se llevó a cabo un estudio prospectivo y de seguimiento, realizando medidas repetidas de análisis de calidad del semen en un grupo de varones sanos durante un año. La obtención de las muestras seminales fue aproximadamente cada cuatro a seis semanas.
Siguiendo las directrices de la OMS, se evaluaron parámetros como el volumen y la concentración de la eyaculación, el recuento total de espermatozoides de cada muestra, su morfología y la movilidad de los mismos, así como también la fragmentación del ADN espermático.
De todos ellos, el único parámetro en el que la investigación no puede dar datos concluyentes es en relación con la fragmentación del ADN espermático, que se refiere a roturas o lesiones en el material genético de los espermatozoides. En este caso concreto, sería necesario realizar nuevas investigaciones para determinar el diagnóstico de mayor o menor fertilidad.
En cada individuo se tomaron dos tipos de mediciones de AGD: desde el ano hasta la base posterior del escroto (AGDAS) y hasta la inserción cefálica del pene (AGDAP). Además, los sujetos cumplimentaron encuestas epidemiológicas sobre sus hábitos de vida en cada una de las entrevistas.
La tesis ha sido dirigida por Jaime Mendiola Olivares y Alberto Manuel Torres Cantero, profesores de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Murcia.
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