Las cuatro personas sufrieron metástasis y tres de ellos terminaron falleciendo. Para que sobreviviera el cuarto, los médicos le tuvieron que volver a extirpar el riñón recibido y recibió quimioterapia, además de recibir otros múltiples tratamientos.
El donante de 53 años, que murió en el año 2007 por un golpe, no tenía ningún problema médico reconocido y tampoco se observó la presencia de ningún tumor maligno en sus órganos. Por ello, el autor del estudio y profesor de Nefrología de la Universidad de Ámsterdam, Frederike Bemelman, calificó lo sucedido de "extremadamente raro". "Siempre hay un pequeño riesgo [...]. También tienes una pequeña probabilidad de que algo te suceda durante el proceso", comentó el experto
La transmisión de cáncer a raíz de un trasplante ocurre de manera "excepcional", ya que solo se da en 5 de cada 10.000 intervenciones de este tipo y en la mayoría de casos no se pueden detectar antes de la donación, según ha asegurado la directora de los Servicios Médicos de la Organización Internacional de Trasplantes, Elisabeth Coll.