La comunidad científica ha reunido sus fuerzas para detectar agujeros negros donde era imposible hasta ahora debido a los procedimientos clásicos. Investigadores de las universidades de Córdoba, Málaga y de la Federal de Santa Catarina en Brasil, han desarrollado un modelo matemático que amplía las aproximaciones clásicas que normalmente utilizaba la física teórica. De este modo, hay mayores opciones de identificar agujeros negros en diferentes regiones.
Estos autores han logrado definir una región lejana del agujero negro (llamada null infinity) que da la oportunidad de determinar desde qué regiones del espacio es posible poner más distancia del centro del agujero negro. Con este avance, llega un modelo general “más amplio que los existentes hasta ahora, y por tanto permite incrementar el espectro de estudio y consecuentemente estudiar la presencia de agujeros negros en nuevas regiones”, según comenta el profesor Herrera, de la Universidad de Córdoba.
Además, este modelo matemático genera una traducción que delimita la gran variedad de posibles tipos de agujeros negros.