¿Cómo percibían el mundo nuestros antepasados hace 6.000 años o incluso antes? Hasta ahora esta respuesta era esquiva. “No hay forma de hacer neuroarqueología basada en restos biológicos, ya que el cerebro humano es una estructura muy blanda de la que no quedan restos fósiles para su estudio”, explica Luis M. Martínez-Otero, investigador principal del laboratorio de Analogía Visual del Instituto de Neurociencias UMH-CSIC en Alicante, tal y como recoge el portal web SINC.
“Viendo los objetos de civilizaciones pasadas podemos inferir cómo interpretaban el mundo, y en definitiva, cómo pensaban”, explica Martínez-Otero.
Científicos del Instituto de Neurociencias UMH-CSIC, el Instituto de Ciencias del Patrimonio de Santiago de Compostela y la Universidad de Santiago han estudiado piezas de cerámica que abarcan en total 4.000 años de la prehistoria de Galicia, pertenecientes a diferentes estilos y sociedades.
“Lo más llamativo de este trabajo fue darnos cuenta de que las sociedades con una estructura muy horizontal, más primitivas, organizadas en clanes familiares relacionados genéticamente, fabricaban piezas cerámicas que al mirarlas hoy promueven una visión muy horizontal, muy igualitaria”, explican Luis Martínez-Otero y Felipe Criado-Boado.
Sin embargo, en el momento en que el tamaño de las ciudades crece, pasando de centenares a miles de personas, se crea una jerarquía y una división de clases sociales con clanes dominantes, conformando, así, una estructura vertical. “Esta correlación entre estructura de la sociedad y la manera en que se producen objetos de uso corriente paralelamente está reorganizando también el cerebro de sus miembros”, señalan los investigadores.