Esta vez, desde el Easy Horse Care Rescue Centre nos llega una historia que no está protagonizada por caballos, burros o ponis. Nuestro héroe del día es un cerdo que apareció de repente en las puertas del refugio que, para quien no lo sepa, está bastante apartado de la civilización. Su olfato o su astucia le llevaron hasta la casa de Sue y Rod, dos británicos que cuidan con el sudor de su frente de muchos animales abandonados en la zona de Rojales. En vez de convertirse en suculentos platos de carne, este cerdito ahora se llama Ruppert y podrá jubilarse en la paz del santuario.
La hazaña de Ruppert recuerda, en cierta medida, a la Rebelión en la Granja de Orwell, donde los cerdos destacaban sobre el resto de los animales por su inteligencia. Y, por supuesto, a Babe, el cerdito valiente, que nunca se resignó a convertirse en comida. Cuando Sue y Rod le vieron, inmediatamente le pusieron nombre y empezaron a planear su manutención. Sin embargo, surgió un nuevo imprevisto.
El dueño del cerdito se presentó también en el centro y lo reclamó. Nadie podía negarse a dárselo, pues le pertenecía y quería llevárselo al matadero. Para impedírselo, una de las voluntarias – llamada Cha Jean – compró al animal, aunque en el Easy Horse Care Rescue Centre estén en contra de la comercialización con animales. Era la única manera de lograr que se quedara con ellos, ¡y así ha sido!. Sin duda. , éste es un cerdo afortunado.