Muchísimas familias han sufrido el gran drama del coronavirus en España (y en el mundo): enterarse desde la distancia de que sus seres queridos han muerto solos, sin que ellos pudieran haber estado su lado. Es el caso de Carmen, cuyo marido a muerto por COVID-19, aunque la información que le dieron fue verdaderamente confusa.
Según ha contado ella misma, su marido, José Padilla, se sometió con éxito a una operación de riñón el pasado 9 de marzo. Sin embargo, se contagió de coronavirus en el hospital y, tanto él como su mujer, Carmen, tuvieron que ser ingresados, aunque en hospitales separados.
El día 25 de Marzo, Carmen recibe una llamada: “Me llamaron para decirme que mi marido había muerto. Pero, luego, el día 27, me volvieron a llamar y me dijeron que mi marido respondía bien a la medicación. Yo entonces pregunté si había otro José Padilla en el hospital, me colgaron el teléfono y nunca supe nada más. Me dieron unas cenizas, pero no sé si son de él. Como no me ha llamado, pienso que sí, que está muerto”, ha contado esta viuda entre lágrimas, después de 34 felices años de matrimonio.