De este modo, y según explican en un comunicado: “La cadena de supermercados ecológicos retira de sus estanterías, y deja de comprar a sus proveedores, más de 100 referencias por considerarlas nocivas para la salud y para el medio ambiente”.
El gerente de SuperSano, Jesús Sánchez, ha asegurado que ha sido “una decisión complicada” debido a que “hemos tenido que reducir nuestro surtidos de productos de panadería, pastelería, bollería, galletas, chocolates, cremas para untar o, entre otros, snacks”. Aunque ha insistido en que esta es la decisión correcta porque “queremos ser coherentes con nuestros principios”.
El aceite de palma ha saltado a primera línea de actualidad debido a lo poco saludable que es y a la cantidad de productos que están realizados con el citado aceite, que está compuesto en más de un 50 por ciento por grasa saturada. Debido a ello, su consumo incrementa el colesterlo malo LDL en la sangre, lo que aumenta el riesgo de sufrir infartos y otras enfermedades del sistema cardiovascular.
Pero no sólo afecta a la salud, ya que la producción del aceite de palma está suponiendo la deforestación de bosques tropicales del sudeste de Asia y de África, tal y como indica el comunicado difundido por SuperSano.
Por todo ello, esta cadena de supermercados ecológicos ha decidido dar este importante paso para preservar la salud de sus clientes y la del medioambiente.