El informe de la Agencia de Investigaciones de Accidentes Aéreos Británica (AAIB) explica que el piloto, David Ibbotson, volaba muy bajo. El control de tráfico aéreo de la isla de Jersey contactó con el piloto para preguntarle si su altímetro estaba funcionando porque el radar indicaba que estaba volando muy por debajo de la altura recomendada.
El aparato ha sido hallado a 63 metros de profundidad en el fondo del mar partido en tres partes, unidas por su cableado.
Según el informe de la AAIB, el avión Piper PA-46-310P Malibu partió de Nante a las 19,15 hora el 21 de enero pasado. Después de que el control aéreo se pusiera en contacto con el piloto, este pidió permiso para reducir su altitud a las 20.02h y a las 20.12h. Hasta dos veces Ibbotson, cuyo cadáver no se ha encontrado, bajó su altitud y volvió a subir.
La meteorología, según la investigación, presentaba ese día “lluvias, algunas muy pesadas, atravesando la región”.
El piloto utilizó un software de planificación de vuelo y navegación instalado en su portátil para crear la ruta entre Nantes y Cardiff. Esta información estaba guardada en la nube de Ibbotson. El PC, en cambio no se ha hallado entre los restos de un avión que tampoco estaba equipado con un registrados de datos de vuelo.