Desde hace 9 días, muchos ciudadanos bajan a la calle cada día a las 21:00h de la noche, ataviados con banderas y cacerolas para quejarse de la gestión del Gobierno en la crisis del coronavirus. En algunas ocasiones, esas masas de gente se están concentrando demasiado y es imposible guardar la distancia de seguridad de dos metros necesarias para evitar el temido rebrote del COVID-19.
Este comportamiento sanitariamente erróneo e ilegal en el estado de alarma no es, sin embargo, propio sólo de los vecinos del barrio de Salamanca o de los más próximos a la derecha política, pues el movimiento Antifascista de Alcorcón tampoco respetó dichas normas cuando acudió a una plaza del municipio para reventar la protesta de sus ideológicamente contrarios.
Los grupos fueron disueltos por la policía; sin embargo, esta noche hay una nueva convocatoria para encontrarse otra vez en la misma plaza. Las autoridades municipales han tenido que recordar que el derecho de manifestación está limitado hasta que finalice el estado de alarma, pues sobre él prima el derecho a la salud pública.