La Diputación de Álava ha suspendido la aprobación que había dado a los ganaderos y agricultores para dar caza y matar al único lobo ibérico que queda vivo en la zona de Gibijo. Lo ha hecho por coherencia pues Álava había aprobado dar muerte a una especie que Euskadi ya tenía protegida, y no podían darse las dos circunstancias al mismo tiempo. Afortunadamente, en los días en los que los cazadores han hecho esperas mientras sí tenían la autorización, no han conseguido dar con el lobo en toda la zona de la sierra.
La Diputación había aprobado su caza por las quejas desesperadas de un grupo movilizado de agricultores y ganaderos, pues el lobo ha matado ya a entre 150 y 200 de sus animales, la mayoría de ellos, ovejas. Sin embargo, la presión social y la movilización de los ecologistas, que piden una solución que no sea la de la muerte, han sido más fuertes. El Consejo Asesor de Conservación de la Naturaleza del País Vasco–Naturzaintza es quien ha decidido proteger al lobo y ahora tendrá que decidirse su futuro.