Además del terrorismo, los servicios secretos están ahora en ámbitos donde nunca habían estado, como el tráfico de seres humanos, así como los que tradicionalmente han sido policiales, como el crimen organizado o el blanqueo de capitales.
El responsable de los servicios de inteligencia ha advertido que hace unos años no se podía pensar en trabajar en el ámbito de la inteligencia económica o contra el terrorismo cibernético. Roldán ha señalado que todo lo hacen bajo las órdenes del Gobierno. El CNI, no es un radical libre, ni trabaja en su propio beneficio. Además, ha señalado que "como los malos son tan malos y son tantos, la acción nos deja poco tiempo para la reflexión".
Por otra parte, ha avanzado que la Directiva de Inteligencia para 2011, que establece las prioridades y objetivos del Gobierno en esta materia, por primera vez este año no la hace el CNI, se encargará la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos de Inteligencia. Este año, el documento cuenta con las aportaciones de todos los organismos del Estado "que piensan que es necesario tener inteligencia para el buen ejercicio de sus funciones", ha precisado Roldán.