El sector lácteo, comprometido con la sostenibilidad medioambiental
El sector lácteo siempre se ha asociado a la emisión de gases de efecto invernadero, pero, ¿qué hay de cierto en esto?
Los consumidores demandan cada vez un mayor compromiso con la sostenibilidad: analizamos la realidad de las emisiones en el sector lácteo
El sector lácteo mantiene desde hace años un fuerte compromiso con la sostenibilidad. Los ganaderos saben que la única forma de que la industria avance es mediante una adecuada y responsable gestión de todos los recursos que tiene a su disposición. Solo un desarrollo respetuoso con el medio ambiente permitirá que la industria se mueva en la dirección correcta.
Y si hay algo que preocupa a la industria actualmente es garantizar la adecuada gestión de los recursos. Evitar el despilfarro y utilizarlos de la forma más eficiente se han convertido en las principales premisas. Desde el agua hasta el suelo, pasando por el cuidado de los animales o el respeto a la biodiversidad. También con respecto a los residuos. Y, en este sentido, la cuestión del impacto de las emisiones de la industria siempre ha generado preocupación.
Los consumidores están cada vez más concienciados en el ámbito medioambiental. Por eso quieren despejar dudas: ¿Es cierto que la industria láctea genera una gran cantidad de gases de efecto invernadero? ¿Se trata de un mito? ¿Cuánto hay de verdad en esta idea? El sector tiene mucho que decir sobre las emisiones de la industria láctea.
Para resolver las consultas que han llegado al teléfono lácteo en relación a este tema, nos desplazamos hasta Ames, en A Coruña. Pablo Gómez trabaja en las Cooperativas Lácteas Unidas, CLUN, y niega la leyenda de que la industria emita una enorme cantidad de gases de efecto invernadero. “Los gases de efecto invernadero contribuyen a agravar el calentamiento global, pero la circularidad en el consumo de CO2 que tiene el ganado en su rumen hace que dicho impacto sea neutro”, asegura.
Y no solo eso. El sector, en su fuerte apuesta por la innovación, sigue investigando e invirtiendo para poder reducir aún más las emisiones. En la cooperativa apuestan ya desde hace años por potenciar mecanismos ya existentes, como su embalaje sostenible. Se trata del único packaging que ha sido certificado como “carbón neutral”. Toda huella de carbono generada en su producción se compensa con la realización de acciones sostenibles.