Durante las navidades, Sevilla se convierte en la ciudad más especial para disfrutar de las fiestas como nunca y recibir el nuevo año con una sonrisa. La capital hispalense está repleta de tesoros culturales y gastronómicos que son su seña de identidad y que durante estas fiestas cobran más vida que nunca: las tapas y el flamenco.
Detrás de las calles del barrio de Santa Cruz, se esconden los montaditos más sabrosos de la capital andaluza. Unos bocados que, quien los prueba, repite: “A la gente les encanta las tapas de aquí. No cabemos ni en la calle ni en el bar. Yo no sé cómo pueden entrar aquí, pero lo consiguen”.
Además, los tradicionales bares del barrio de Santa Cruz se convierten en el espacio idóneo para realizar reuniones rodeados de un gran ambiente. Muchos clientes se acercan con sus seres queridos y celebran a lo grande las navidades.
No hay noche en Sevilla sin un buen tablao flamenco. Si algo se vive con pasión aquí, es el cante, el baile y la música. Todos los asistentes se quedan impresionados por el gran talento que tienen los artistas y salen muy satisfechos.
Además, muchos visitantes vienen de otras partes del mundo solamente para ver un tablao y afirman lo maravilloso que es el baile en la capital hispalense: “Me gusta mucho el flamenco. Sobre todo, aquí, en Sevilla”