El Cementerio de Sad Hill
Es el camposanto de la película ‘El bueno, el feo y el malo’ de Sergio Leone
Ubicado en el valle de Arlanza, Burgos, es un reclamo turístico mundial
Además viajamos al cementerio de anclas de Tavira, en Portugal
El 1 de noviembre, es el Día de Todos los Santos. Muchos acudirán en masa a visitar los cementerios para estar con sus seres queridos. Pero nosotros les vamos a hablar de otros muy curiosos en los que hay de todo menos muertos: desde los que solo tienen anclas de barcos hasta en los que se han fijado en ellos estrellas míticas de Hollywood y que podrán ver clicando en el enlace del video.
En Tavira, al sur de Portugal nos encontramos uno muy curioso sobre su pasado pesquero que desapareció tras la sobrepesca de los años 60 del siglo XX. En recuerdo a barcos y marinos se irguieron como lápidas unas doscientas anclas. Pero para camposantos sin muertos lo que nos encontramos tras recorrer el Valle de Arlanza en Burgos. Es el cementerio reconstruido de Sad Hill en la localidad de Santo Domingo de Silos. Es el escenario del duelo final de la película del oeste: 'El bueno, el feo y el malo' rodada en 1966 por Sergio Leone. El cementerio lo construyeron 250 soldados de reemplazo que hacían la mili en Burgos volcando cajones de tierra. Además, hacían de extras como yanquis y confederados. Tras el rodaje el escenario se pierde hasta que hace 8 años el colectivo arqueológico de la localidad vecina de Sala de los Infantes decide recuperarlo tal como nos comentan Pelayo Barbero y Sergio García, ambos de la Asociación Cultura Cementerio Sad Hill. Ambos nos relatan como además de voluntarios consiguieron fondos para reconstrucción: “Pusimos en marcha “el apadrinamiento de tumbas, en el que dabas una donación a cambio de poner tu nombre en este camposanto ficticio”. Nos insisten en que las donaciones han finalizado y que ya no es posible poner más nombres en estas tumbas ficticias. Además, está terminantemente prohibido echar cenizas de fallecidos.
La historia de este sueño de amantes del cine lo relató en 2018 Guillermo de Oliveira con su película documental 'Desenterrando Sad Hill' (Zapruder Pictures). Guillermo tras grandes esfuerzos consiguió hablar con protagonistas de la película y que descubrimos clicando en el enlace del video. Por cierto, si en el filme se torcieron algunas secuencias como no en este reportaje.