Un turista alemán ha denunciado a su turoperador porque el sexo en Baleares, en concreto en el hotel que había contratado en Menorca no fue satisfactorio. Lo que denuncia este hombre es que querían una cama doble y lo que les pusieron fueron dos camas separadas juntas y que eso les produjo esa insatisfacción.
El argumento no ha convencido al tribunal, que ha desestimado la denuncia, quien ha dejado bien plasmado en la sentencia que "no se trata de que el demandante tuviera que pasar sus vacaciones sin la vida íntima a la que tanto aspiraba" y le reprochan al turista su falta de imaginación buscando alternativas.
'Cuatro al día' ha hablado en directo con el abogado Agustín Martínez sobre este caso: "El tribunal resuelve la cuestión de una manera brillante y con humor, diciendo que el hecho de que haya dos camas individuales o que el suelo sea resbaladizo, no impide que la imaginación del susodicho alemán hubiera solventado en la posibilidad de mantener relaciones íntimas en una sola cama o uniendo ambas camas. El problema no estaba ni en las Baleares ni en el hotel, estaba probablemente en la falta de imaginación del ciudadano alemán".