Mientras Dani Alves sigue en prisión y habría asegurado por último a la jueza que fue "cómplice de las ganas de ella", su presunta víctima; Joana Sanz, la todavía mujer del futbolista, ha abandonado el domicilio familiar después de su ruptura. No obstante, la modelo habría visitado por segunda vez al futbolista en la cárcel.
Se trataría del primer vis a a vis familiar de Dani Alves, donde habría permanecido una hora y cuarenta y cinco minutos a solas con Joana Sanz en la que habrían hablado solo del divorcio. Actualmente no existe acuerdo ni contratos de confidencialidad (tal y como antes decía Joana que firmaba) El futbolista estaría negándose a darle el divorcio porque "se aferra a que sigue enamorado", ha declarado Joana.
Por otra parte, la canaria ha negado que se haya mudado a Madrid tras una invitación forzosa por parte del entorno de Dani Alves. "Me mudo porque me voy a trabajar, tengo un contrato muy fuerte. Además tengo que cumplir con otros trabajos", ha asegurado Joana Sanz.