Acompañado de dos amigos, Víctor accedía a su vivienda en Murcia y echaba a los okupas que se encontraban disfrutando de un baño en la piscina. Cargaban palos pero no los usaron en ningún momento. Tras mantener un diálogo, los okupas abandonaron la casa.
Ahora se enfrenta a dos posibles delitos en caso de que los okupas decidan denunciarle. Delitos que podrían suponer hasta tres años de cárcel.
Víctor ha atendido en exclusiva ‘Cuatro al día’: no tiene miedo y volvería a hacer lo mismo por recuperar su casa. Hasta el momento, no había instalado ningún tipo de seguridad en la vivienda. Aún estaban de reformas y anteriormente había estado muchos años deshabitada y no había habido ningún tipo de problema.
Ahora, todo ha cambiado: “Se ha puesto un sistema de alarmas bastante completo, se han puesto cámaras visibles y no visibles en el interior, en el exterior, y ahora está el electricista poniendo contactos magnéticos en puertas, ventanas, etc.”.