Quince días después, la tensión ha vuelto a Íllora. Las familias gitanas que abandonaron el pueblo granadino por miedo a represalias tras el crimen del joven de 19 años, han decidido volver a sus casas.
Pertenecientes a la familia del presunto asesino, todos ellos se han comprometido a través de varios escritos a tener “un comportamiento ejemplar”, pero los vecinos no confían en su palabra.
Han mostrado su rechazo concentrándose una vez más en las calles. ‘Cuatro al día’ se ha desplazado hasta allí. En la plaza del pueblo, ningún vecino acepta dar declaraciones: existen nuevas amenazas directas de las familias que acaban de regresar.
“Lo vais a pagar, a ver si os pensáis que os vais a ir de rositas”. Ese es el mensaje que varios vecinos del pueblo han recibido a través de sus redes sociales que, tras no sentirse respaldados, han tomado la decisión de no hablar.