El Gobierno ha lanzado una propuesta sobre la atención al cliente para evitar las esperas interminables: limitar a 3 minutos el tiempo de espera en la atención telefónica. Además, los consumidores tendremos la posibilidad de requerir que la atención sea personal y no a través de un sistema robotizado.
A ellas se suman otras novedades y, en el caso de no cumplirlas, diferentes tipos de sanciones. De 150 a 10.000 euros si son leves. Y de hasta 100.000 euros si se trata de infracciones graves.
El equipo de ‘Cuatro al día’ ha llevado a cabo una investigación para verificar los tiempos de espera actuales. Hasta 12 minutos sin recibir respuesta y con la única opción de colgar la llamada. Lo mismo ocurre con varias empresas importantes del país.
Rocío Camacho ha entrado en directo en representación del eslabón más perjudicado de esta medida, el teleoperador: “Nosotros tenemos un tiempo para responder las llamadas, para atender al cliente en condiciones. Si al cliente no le gusta esa llamada, la empresa toma represalias con una sanción o incluso el despido”.
Joaquín Prat tomaba la palabra: “Esto es sencillo, que contraten las empresas más teleoperadores”.
Rocío le daba la razón: “Correcto. Es una ley buena, pero la empresa va a tener que asumir un coste de contratar a personas porque estamos al límite. Tenemos mucha presión porque tenemos al cliente que está enfadado por el tiempo que ha estado esperando. Incluso llegan a insultarnos. Y tenemos también al responsable que nos está machacando detrás para que agilicemos esas llamadas”.
El presentador preguntaba si, efectivamente, el contratar más personal sería la solución: “Correcto. O ampliaciones de jornada, tenemos contratos muy precarios. Pero se necesita la contratación de más personas”.