Horas después, ya en España sana y salva, el móvil de Márian no dejaba de sonar: un atentado había dejado decenas de muertos y heridos en el aeropuerto donde la voz misteriosa le avisó de que corría peligro, ¿su ángel de la guarda?
Para Enrique de Vicente no hay duda: “Se trata de un caso claro de percepción extrasensorial, es más, de precognición”. Para el doctor está claro que hubo una premonición, un aviso de que ahí había peligro haciéndole que se marchara. Esto sería algo más común de lo que creemos, pero las personas por lo general “no se atreven a hacerlo público, a reconocer que lo paranormal forma parte de nuestra vida”.
De Vicente habla de multitud de casos en los que voces (ya sean sonoras o internas) cuidan de nosotros en distintas culturas, seres de luz que no necesariamente son bondadosas, pues igualmente extrasensoriales son las “voces” que inducen a cometer actos atroces: “Hemos dejado de prestar atención a esas voces por nuestra evolución tecnológica, es necesario volver a escucharnos a nosotros mismos”.
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