El doctor de neurociencia cognitiva, Manuel Martín Loeches, presenta en ‘Cuarto Milenio’ algo inaudito, la resurrección de los cerebros es viable. Se realizó un experimento con 32 cerdos cuyo cerebro ya había muerto y tras cuatro horas se les perfundió un líquido “milagroso” con sustancias propias del cerebro. Al cabo de 10 horas de la muerte oficial, parte del cerebro estaba vivo a nivel básico. Además, ese cerebro regenerado podría volver a captar la consciencia. Este experimento significa que el plazo para volver a la muerte es mucho más largo de lo que se creía. El foco principal de la investigación es la mejora de los líquidos y los sistemas para administrarlos. Una noticia que recuerda a películas como Frankestein y que dan esperanza a situaciones accidentadas que podrían estar a punto de ser reversibles.